Estrecho camino

 El camino es estrecho, y cada día más, he perdido la esperanza es como si viera que mi vida, se va apagando paso a paso, poco a 

poco, minuto a minuto. No sé que va a pasar pero siento que una solución urgente le tengo que dar.

Haiku

Yo prisionera

de mi destino cruel

a nadie culpo.

Carmen

La vida y sus consecuencias

 Pocas las alegrías en la vida.

Dicen que la vida es bella, y personalmente creo que si lo es a veces, cuando contemplo la naturaleza, y huelo el aroma de una rosa, y admiro su belleza, cuando veo el azul del mar y las estrellas brillar, lo es el reflejo de la luna, y el conjunto de todos los animales, el mundo ciertamente es maravilloso. Pero referente a vivir la vida, ahí ya no veo grandes alegrías la verdad sea dicha, yo me suelo decir a menudo que si, que quizás haya algún que otro día bello, no lo niego que haberlos los hay para algunos más que para otros, pero he de reconocer que para mí son los menos.
Siento últimamente con respecto a mi persona, (claro está no se puede generalizar) que conforme voy cumpliendo años cuando me levanto y veo el nuevo día me suelo decir, pero que pocas alegrías hay en la vida, y es entonces cuando pienso en el pasado, por mí mente veo como si de una película se tratase escenas de mí vida, y desde que tengo uso de razón y conforme he ido creciendo, la vida se ha ido haciendo más triste y decepcionante, sobre todo porqué mis seres queridos han ido muriendo. La primera gran pérdida y descubrimiento de lo que significaba la muerte, fue muy doloroso, lo recuerdo muy bien, la muerte de mi abuela, cuánta tristeza sentí, con once años ya empecé ha darme cuenta que la vida no era lo que yo creía, y vi en ese momento con los ojos de una niña, que hay muchas más tristezas que alegrías en la vida.
Luego llegó la adolescencia y me rompieron el corazón por primera vez, paso a paso al ir cumpliendo años todo iba siendo menos alegre y y mucho más doloroso, llegaron los hijos y fui feliz por un instante, enseguida me tocó sufrir por ellos. Murió mi madre siendo todavía muy joven me hacía mucha falta su cariño y consejos, para una joven mamá como era yo y que tanto necesitaba aprender. Me fui haciendo más dura con el paso del tiempo y la siguiente muerte, fue la de mi hermana quizás ya estaba más curtida, para superar la siguientes muerte de mucha gente querida. Y ahora sufro por los nietos al ver tanta incertidumbre por la desfachatez del ser humano y el terrible mundo que les vamos a dejar. Puede que hayan alegrías no quiero ser tan pesimista, pero se quedan cortas ante está terrible situación que vivimos con tema del virus y como vemos morir a nuestros mayores seres tan queridos que tanto han luchado y ahora por culpa de esta pandemia sin sentido los veo irse de esta manera que me duele el corazón, por ello yo me sigo diciendo de otra vez ¿Dónde están las alegrías de la vida? que sentido tiene vivirla, si casi todo es dolor y sufrimiento.
Ahora que podemos vivir libres y felices que nos lo hemos ganado trabajando y luchando, tan solo nos queda, estar encerrados y no solo es eso, lo más terrible, la mayor tristeza es la de no poder abrazar a quienes más queremos y para colmo de males encima lo que más duele de esta situación es que nos va alejando de ellos, poco a poco y sin remedio para poder evitarlo.
Haiku,
Las alegrías
de la vida no están,
nací vencida.

Dónde te fuiste
alegría del alma
que tengo pocas.

Carmen