¡Me has llamado dos palabras han salido de tu boca, necesito verte me has dicho, sin pensar me pongo el abrigo y los zapatos bajo de tres en tres las escaleras casi sin respiración voy a tu encuentro a lo lejos te veo, tus ojos brillan como estrellas miran alegres con dulzura con cariño y con ilusión. Pero lo hacen como un amigo o hermano, que desilusión sin instalar en ellos ni un ápice de pasión.
Ahora que apenas luce el sol en las calles se ven tus ojos más claros lo más ilusionados y felices me sonríes yo tiemblo de esperanza, te miro fijamente y me dices al oído, te voy acontar un gran secreto. Mi querida amiga me dices por fin he encontrado el amor de mi vida y lo comparto contigo, mi confidente, mi fiel amiga del alma.
En ese mismo instante comienzan a cantan los pájaros para ti, como en primavera, y en la calle sopla un viento muy frío copos pequeños de nieve comienzan a caer son finos y punzantes como alfileres que cortan las lágrimas de mis mejillas .
Qué ironías tiene la vida en el fondo estoy feliz porqué tú lo estás mi amor secreto quizás sea ese el verdadero amor conformarse con ver feliz y dichoso al ser amado el dar sin recibir nada a cambio. Como me lo iba a imaginar, que en esta fría y triste estación tú te ibas a enamorar y que te llevara de nuevo a la ilusión, y la esperanza de un nuevo amor aunque yo muera por dentro de tanto dolor.
La esperanza nunca muere y quizás este nuevo amor tuyo pase, pronto eres un niño, enamoradizo y caprichoso y la dejarás y volverás de nuevo a pedirme que sea tu paño de lágrimas tu confidente y yo estaré ahí para ti, por siempre, para siempre.
Carmen