Pasa el tiempo y el dolor va menguando y casi vuelvo a creer en el amor, te volví a escribir y esta vez fue para pedirte perdón ni siquiera contestaste ni tampoco te acordaste de mí, ya por fin me olvidaste y por ello prometo no volver a creer jamás en el amor aunque que tremenda tontería, si nunca se puede decir jamás, nunca jamás. Esto lo tengo tan claro como la vela que alumbra en mis manos y tanto como que siempre te seguiré amando y hoy aquí me tienes volviendo de nuevo a escribir una simple carta, para pedir tan sólo tres cosas y no para mí sino para ti y es que te deseo la mayor felicidad, salud, amor y que tengas a alguien que te ame tanto como yo, porqué es imposible. Yo seguiré aquí sentada en la oscuridad, en el rincón donde con locura nos solíamos amar.
haiku
.Que oscuridad
una vela alumbra
en mí corazón...
Carmen