Tatuado en mi piel estás y
aunque no estés conmigo, en aquel
rincón yo hago el amor contigo…
En el éramos felices, con el fuego
encendido allí en la penumbra,
como locos hacíamos el amor.
Aquel día, de lluvia fue intenso
sabíamos los dos que todo acababa
aquí.
Tú tenías que marcharte
a otro lugar, muy lejos donde
las gaviotas con alas rotas
no suelen llegar jamás.
Recuerdo nuestros cuerpos
desnudos que gritaban de júbilo,
jamás me había visto así,
temblando de pasión.
Y desde entonces, tan sólo puedo
llorar y suspirar y sigo esperando
por mí y por ti, aún sabiendo que nunca
volverás.
Y sueño con ese abrazo que
nos dimos al partir, tan fuerte
fue que nos hicimos daño sin sentir.
Sé que jamás te podré olvidar,
porqué estás tatuado en mi piel
y en lo más profundo de mí ser
y en mi alma de mujer, enamorada.
Carmen,que cosa más bonita has escrito!!Hacía mucho que no publicabas y hoy entro y me encuentro con esta belleza de emociones que te atraviesan el alma.
ResponderEliminarCada día escribes más bonito,con más sensibilidad .
Siempre creí en que eras más poeta de lo que tú imaginabas.
Besucos siempre
Gó
Gracias querida Gó más vale tarde que nunca
Eliminarhoy vi este comentario.
Besucos te echo de menos